jueves, 7 de septiembre de 2017

La Columna Incómoda


Morena, con M de mujer 
 Juan Bautista Mendoza

Pudieran ser las secuelas del eclipse cuando la luna-mujer se sobrepuso al sol-varón, o será que la tómbola Morena es más visionaria que algunos de los actores políticos de Chicoloapan. Lo cierto es que con la asignación de género femenino para la coordinación de organización municipal, se vislumbra un escenario inédito con posibilidades de triunfo. Que no vendrá en automático; será el resultado de la pericia política con que se desempeñen los encargados de la política local y de la, más que nunca necesaria, altura de miras que permita ver más allá de ambiciones cortoplacistas. La división o la simulación a estas alturas del partido, serán fatales para la construcción de un proyecto de gobierno morenista.

¿Pero de qué está hablando este eclipsado columnista? Les platico: El Consejo Estatal de Morena, en cumplimiento con lo establecido en la ley electoral en materia de equidad y paridad de género, para aspirantes a cargos partidistas y de representación popular, designó, a través de la insaculación, el género para ocupar el cargo de Coordinadoras y Coordinadores en los distritos locales, federales y en los municipios. Para el municipio de Chicoloapan tendrá que ser una Mujer.

En consecuencia, se abrió un periodo de registro, del 23 al 25 de agosto, para militantes, simpatizantes y ciudadanas que desearan participar. Se registraron ocho mujeres para competir por la Coordinación de Organización de Morena en nuestro  municipio: Irene Ángeles Castro, Caterin Lizbeth Gómez Tirado, Angélica Pérez Cerón, Liliana Janet Sánchez Lara, Diana Rocío Fernández Sosa, Claudia Hernández Hernández,  Blanca Esther Monroy Velazquez y Nancy Jazmín Gómez Vargas.

El asunto se considera relevante porque, como es sabido, sólo una mujer ha gobernado Chicoloapan y de eso ya pasaron más de treinta años. Entonces, la presencia de figuras femeninas a la cabeza del proyecto de Morena viene a modificar el escenario político municipal, porque quien sea designada Coordinadora de Organización, tendrá amplias posibilidades de convertirse en candidata de Morena y, en su momento, en presidenta municipal, cuyas probabilidades de éxito son reales. Primero, por el innegable avance del nuevo partido en las preferencias ciudadanas (Morena es primera fuerza política en Chicoloapan luego de la elección para gobernador); segundo, por la aceptación ciudadana que logró la profesora Delfina Gómez Álvarez; tercero, porque la candidatura de Andrés Manuel a la presidencia generará el fenómeno conocido como “efecto Obrador”. Aunado al continuo descontento ciudadano frente a los gobiernos priistas, con su cauda de escándalos, corrupción e ineficacia para solucionar los problemas reales que aquejan a la población.

Inédito el escenario en Morena Chicoloapan porque el nombre de las aspirantes, ha provocado múltiples comentarios, a favor o en contra de las contendientes, donde lo sorprendente es que sean las propias mujeres quienes descalifiquen o denigren a sus pares. Más aún, algun@s militantes perredistas están tan interesad@s en el proceso interno de Morena, que ha asumido el rol de consejer@s de Morena, sugiriendo a unas y descalificando a otras, afirmando que deben ser las mujeres representativas de la lucha social quieren lideren las candidaturas. Esto hará más interesante la futura competencia por la presidencia municipal, pues si son congruentes con lo que afirman actualmente, el PRD tendrá que postular a una mujer, relegando a posiciones menores a los varones que han controlado los cargos y las nominaciones.

Es verdad que la tómbola agarró a los referentes, dirigentes, líderes, como se les llame con los dedos en la puerta, y mostró una de las facetas que deben ser fortalecidas en el nuevo partido de López Obrador en Chicoloapan: la preparación y participación de las mujeres en posiciones estratégicas. Pero ya está definida la ruta. Son ocho las féminas que se inscribieron para competir en el proceso de designación. En todos los casos son válidas sus aspiraciones y nadie se puede abrogar la autoridad moral para descalificarlas, argumentando su falta de experiencia en cargos y posiciones políticas relevantes. Primero les impiden el paso, las colocan en un nivel postrero, y luego las exigen distinguidas e impolutas. Bien diría sor Juana: “Pues ¿para qué os espantáis/ de la culpa que tenéis?/ Queredlas cual las hacéis/o hacedlas cual las buscáis”.

Lo cierto es que el proceso interno de Morena reconfigura las perspectivas políticas locales. Todo apunta que luego de más de 30 años de gobiernos masculinos, nuevamente una figura femenina gobernará en Chicoloapan y, de mantenerse la intención ciudadana de cambio y la construcción de un proyecto incluyente y unitario de todos los equipos, seguramente Morena será gobierno en 2018.
 
Tomado de la Columna Incómoda de La Gaceta de Chicoloapan

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