viernes, 20 de enero de 2012

Columna Incómoda 104

Los escenarios
Las encuestas electorales difundidas en la primera quincena de enero confirmaron las tendencias favorables para al PRI. Todo apunta a que en el 2012 el tricolor regresará a la Presidencia. Claro, me refiero a la de la República, porque a la municipal, está por verse. En Chicoloapan las ventajas en las encuestas se han ido por la borda desde el momento en que es designado el candidato. Y el responsable principal, hay que insistirlo, es el abanderado, no lo otros, como al final se les culpa, aunque tampoco estos estén exentos de complicidad.
La carencia de oficio político pero sobre todo la soberbia, que parece que está predestinada a quienes son ungidos o que tienen un cargo, los hace creer que lo tienen por ser grandes, muy grandes, y por eso no necesitan del otro. Y así se ha venido observando en Chicoloapan, en donde los cabecillas sólo piensan en el agandalle inmediato y en el beneficio para sus más cercanos, buscando marginar a los demás, a quienes quisieran ver desaparecidos. De ahí que los unos desconozcan a los otros y sean más rivales que con los de enfrente.
En donde por cierto se empiezan a configurar dos escenarios que determinarán los resultados: Por un lado, Chicoloapan es actualmente el territorio más grande que conserva el PRD en el Estado de México, y es obvio que es resultado del trabajo del grupo en el poder municipal, que ha logrado mantenerse, pese a la división y golpeteó que generó en la campaña el precandidato perdedor (que luego se fue a Convergencia); y luego con el abandono del barco perredista por parte del GAP. Habrá quien le regatee dicho triunfó y busque la explicación en otro lado, pero la realidad es que conservan la presidencia, y eso convierte al edil en el líder y cabeza de grupo, lo que le garantizaría llevar mano en la designación del candidato de su partido. Pero que creen, y eso configura el otro escenario: ahora resulta que, ante el efecto pin-pon (rebotado de todos lados), el socio águila ya no intentará la candidatura por el PRI, en donde no le dieron cabida, sino que regresa a Convergencia, desde donde se apresta a agandallar la candidatura de “la izquierda”, para lo cual negocia en las alturas imponerse en el PRD, del que renegó, como el candidato único a la presidencia municipal.
No tiene la culpa el indio.
Y que creen, que algunos “perredistas”, ante la orfandad política en la que viven, o demostrando el interés vil que los mueve, no ven mal este escenario (recuerden lo que dijo una perredista:“a nosotros nos vale m.. quién sea el candidato, lo que nos importa es que nos dé”). Están pensando que el 2012 sería igualito al 2000, es más, que la administración sería la misma. Sería como dijo el barbón alemán que la historia se repite dos veces, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa. Las preguntas ociosas son: ¿Los que se dicen perredistas lo van a aceptar sin decir este voto es mío? ¿Rafael Gómez va a doblar las manos y sacar de la jugada a su delfín? ¿Y el partido de enfrente, pero sobre todo los ciudadanos, permitirían esta farsa?
¿Elección o Corcertacesión?
Habría que conocer con precisión qué tiene decidido para Chicoloapan la dirigencia estatal del PRI. En su momento, el argumento para no empujar un proyecto incluyente y ganador fue que los priistas tenían tache porque aquí había perdido Enrique Peña en el 2005. Pero ahora, después de los resultados contundentes del 2011, ¿Cuál sería el argumento para que Chicolopan continuara en manos del partido amarillo? Dependiendo de la intención de la cúpula estatal, se podrían delinear tres posibilidades: Primero. Si Chicoloapan está destinado a permanecer amarillo, todos coinciden en quién sería el seguro candidato perdedor (todos lo dicen, todos lo comentan, todos lo saben). Segundo. Si la intención es una competencia incierta, en donde el resultado esté en el aire, el candidato tiene que librar primero la bronca que tiene en casa y bajarse de su pedestal. Tercero. Si se quiere que el PRI aproveche la ventaja que tiene en las encuestas y gane la presidencia municipal, también hay candidato (ya muchos lo mencionan). La decisión del primer priista del estado incidirá en el destino de un municipio que, quizá allá en las alturas, sea insignificante, pero para las miles de familias que aquí habitan, lo es todo. Los priistas esperan su decisión, gobernador.
La envidia
Y es que debo reconocer que este columnista habla de pura envidia, al enterarse de lo que pueden hacer los representantes populares, ya sea en la presidencia municipal o en el congreso federal. No sé si todo sea cierto, pero el sólo hecho de enterarme me llena de envidia. Resulta que a través de los medios me entero que el Presidente Municipal está impulsando un megaproyecto industrial en alrededor de 800 hectáreas, con una inversión estimada de dos mil 500 millones de pesos, que tendrá una ciudad deportiva, campus de la UAEM y de la Universidad Politécnica, lagunas artificiales y oficinas administrativas, y que el parque industrial será un complejo moderno con pozos, vialidades y electricidad. Y, lo más importante, que se generarían 40 mil fuentes de empleo. Asimismo, saber que en el congreso federal se logró incluir, para el presupuesto del 2012, un monto histórico en materia de desarrollo social, que implican 900 millones para el municipio, y que uno de los proyectos que se lograron incluir fue la línea del Mexibús: Los Reyes, Chimalhuacán, Chicolopan y Texcoco. Pero la envidia me corroe aún más al saber que el proyecto industrial y los millones serán para el vecino municipio de Chimalhuacán y que los logros en el presupuesto lo informó la diputada federal Maricela Serrano.
¿Si imaginan lo que serían 40 mil empleos y 900 millones en desarrollo social para Chicoloapan? Y entonces volteamos a ver a nuestros representantes y los vemos repartiendo guajolotes y kilos de frijol y no nos queda más que aceptar como cierto que “lo poco que vemos depende de lo poco que somos”. Pero los mal pensados me dirán que aquí también se está pensando en las próximas fuentes de empleo: Ya aquella está viendo como mete a la nómina a su hijo, la otra y el otro, en dónde quedará su hermano; la de más allá, qué cargo tendrá su papá y cómo va a heredar el puesto a su hermana y así sucesivamente. ¿Será por eso que el destino que se nos tiene asegurado es ser el basurero del D.F.?
El envidioso
Juan Bautista Mendoza