jueves, 19 de junio de 2014

Columna Incómoda 130

“Si me permiten un consejo: deberían cultivar un poco el sentido del humor, no sólo por salud mental y física, también porque sin sentido del humor no van a entender.... Y el que no entiende, juzga; y el que juzga, condena” El Sup

Y bien. Arribamos a la mitad del trienio. Los “actores” políticos locales se alinean. Se preparan para el arribo al poder. Ya despuntan tres aspirantes y un tapado: El patrón ha decidido. Falta saber si los reacomodos en la clase política estatal le permiten aterrizar sus intenciones. O en una de esas, las claques pasan del aplauso al abucheo. El dedo de Morena ya decidió. Fieles lectores de las intenciones del “pueblo bueno”, entendieron que la mejor imagen que representa el cambio verdadero es Adrián Galicia. Los grupos democráticos revolucionarios, PRD, pues, asoman la cabeza y levantan el dedo, y ahora sabemos por las bardas que llevan 25 años "despertando conciencias", además de los 15 jalando del presupuesto.

Se avecina el rechinar de dientes y el tronar de huesos. Todos contra todos. Por eso dicen que los políticos deben aprender a comer sapos. Los amigos de ayer son adversarios ahora y los otrora enemigos son fieles aliados. Por la memoria del pueblo habla la columna incómoda:

En 1996 irrumpió el PRD con un líder carismático: Alberto de la Rosa (+), queda unos votos abajo del PRI. Inicia el fortalecimiento del Grupo de Acción Política (GAP), cuyo líder estatal es el texcocano Higinio Martínez Miranda; y en Chicoloapan, Alberto y su hermano Pedro. El PRD ganó la elección federal en 1997 y se aprestan a competir por la presidencia municipal en el 2000.

Alberto puso, Higinio dispuso y vino Manuel y todo lo descompuso. Este ganó la elección interna y luego la Presidencia Municipal, con Alianza Ciudadana. Consolida al PRD. Viene la desbandada de los priistas, que pronto olvidaron el amor a la camiseta, la cooptación de líderes y la llegada de los consorcios, los nuevos habitantes y los recursos. En ese momento Pedro de la Rosa se muestra como adversario de Manuel San Martín, a quien acusa de “priista”. Este gana, en 2003, la diputación local, impone al presidente municipal y consolida su poder regional. “Soy el jefe de jefes”, era su canción en los mítines. Varios “líderes” priistas se pliegan a sus órdenes. No hay oposición. Inicia la 'Columna Incómoda'.

En 2006, San Martín ganó la diputación Federal e impuso candidatos a la diputación local y a la presidencia municipal, colocando al más cercano de sus amigos: Adrián Galicia, quien es rechazado por la mayoría de los perredistas, que auguran incluso la pérdida de la elección. Pedro de la Rosa afirma que si Adrián llegara a la presidencia municipal, le PRD perdería la siguiente elección y tardaría muchos años en recuperarla. El PRD ganó todas las posiciones (Presidencia municipal y las diputaciones local y federal).

En la cúspide del mayor poder amarillo, viene la ruptura. Adrián Galicia se sacude la tutela del diputado federal, consolida su propio grupo, y establece una alianza con los líderes regionales del GAP, lo que vuelve aliados a Pedro de la Rosa y a Adrián Galicia.

En 2009, San Martín abandona el PRD, luego de perder la elección interna, y se registra como candidato de Convergencia (hoy movimiento ciudadano), como parte de una estrategia estatal de dividir al PRD en la zona oriente y desaparecer el “corredor amarillo”. Como se sabe, el empuje fue tal que quien salió más dividido fue el PRI. Como se recuerda, el PRD conservó la presidencia municipal, pero perdió la diputación local (con José Pineda, que había sido aliado de San Martín en la interna), y la diputación federal, cuyo candidato era el propio Galicia. En ese momento San Martín y sus seguidores presumen abiertamente su rechazo al candidato a la diputación federal del PRD y llaman a votar por el PRI.

En 2011, tanto Adrián Galicia como San Martín se ponen la playera del PRI y se suman a la campaña de Eruviel Avila.

En este esquema muy general, llegó la elección de 2012, cuando, como se sabe, la llamada izquierda registró tres candidatos: uno por el PRD, otro por el PT y, nuevamente Manuel, por Movimiento Ciudadano, acompañado por Pedro de la Rosa en la diputación Local.

Y ahora: Pedro de la Rosa es el promotor de Adrián Galicia, quien le es impuesto por la jerarquía de Morena, que encabeza Higinio Martínez. San Martín se regresa al PRD, con la promesa de que ya no se irá a otro partido, aunque no sea candidato del amarillo. Acostumbrados a la nómina y plegados a las órdenes del patrón, en el PRD nadie dice “esta boca es mía”, en cuanto al actuar de la administración municipal. Desapareció la oposición. La pugna ahora es por determinar quién manda en el PRD y cómo se agandallan las candidaturas. El pleito en todo caso es interno. Así divididos enfrentarán la embestida de los “morenos”, quienes ven su filón de militantes en las propias filas amarillas, ahora enemigos a vencer. Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, y no es albur.

Y usted mi querido ciudadano dónde queda… Pues como siempre, tendrá la opción de “elegir” a los que fueron impuestos por los intereses y acuerdos oscuros de la mal llamada “clase política”. Podrá optar por recibir guajolotes, despensas, algodones de azúcar, fiestotototas, tarjetas efectivas y un sin número de promesas que nunca se habrán de cumplir. Hasta ahorita los dueños de los partidos sólo piensan en los espacios y los recursos que pueden ganar. Se manejan nombres no proyectos. Como dijo un líder amarillo: “El mundo no se puede cambiar. A nosotros nos preocupan nuestros intereses”.

Juan Bautista Mendoza

P.D. “Es nuestra convicción y nuestra práctica que para rebelarse y luchar no son necesarios ni líderes ni caudillos ni mesías ni salvadores. Para luchar sólo se necesitan un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y mucha organización”. El Sup