lunes, 2 de febrero de 2015

La Columna Incómoda 136

Lo deseable y lo probable
Mientras la miseria y la desmoralización se extienden por la república, los dueños de los partidos, sin el mínimo pudor, se aprestan a designar a los candidatos que les garanticen la continuidad de sus intereses y prebendas. ¿El pueblo? ¿Y esos quiénes son? Ah, sí. Los que van a votar por esos candidatos designados por intereses ajenos a las comunidades.

Dicen que la política es el arte de conjugar lo deseable con lo posible. La realidad en Chicoloapan muestra cómo se convirtió en la habilidad de agandallar espacios de poder y recursos.

Lo deseable para Chicoloapan es la construcción de un proyecto social, político y cultural cuya prioridad sea el desarrollo comunitario. Ello implica la integración de un frente amplio, plural  e incluyente que confronte el intento de enquistamiento del grupúsculo en el poder, encabezado por el patrón. Lo probable es la actuación inalterable de los actuales protagonistas del teatro político.

Vamos por partes: La estrategia actual del poder y de la ley electoral es la pulverización del voto opositor, aunado al desencanto social que invita a la abstención. Ambos  elementos facilitan la tarea de control. Entre menos participen en las cuestiones políticas y entre más divididos estén, mayor posibilidad de triunfo “electoral”.

En el PRI se mantiene la cultura de la opacidad, que raya en la ilegitimidad, donde la mano que mece la cuna decidirá al sucesor en el silencio impune del poder. No sólo la mitad de los líderes priistas están marginados del proceso, sino los militantes y simpatizantes son inexistentes en la toma de decisiones.

La “oposición” (PRD) tiene en sus manos la posibilidad de proponer un proyecto alternativo a la comunidad, que amalgame el descontento social; un proyecto plural y de amplio espectro, que regrese a los orígenes que dieron vida a su partido.   Esto sería lo deseable. Lo probable: Congruentes con su posición sumisa, la oposición en Chicoloapan, que nunca tocó al patrón ni con el pétalo de una rosa, designará un candidato “light”, muy cómodo a los intereses del grupúsculo que intenta adueñarse de Chicoloapan. Cómodo en el sentido que no represente ningún riesgo para el heredero que pretenderá ser manipulado por manos extrañas.

Morena se estrena como partido político en Chicoloapan. En un principio se vislumbró como una alternativa para sumar a los opositores reales al tricolor y a los descontentos con el PRD, una especie de “depuración”. Era lo deseable. Lo probable es que a Morena, con su abanderado actual, le corresponderá hacer el “juego democrático” al partido en el poder; en congruencia a lo que ha venido haciendo desde la campaña del actual gobernador, quien dará muestras de su “benevolencia” a quien le brindó un gran “banquete mediático” en 2011.

Lo deseable es un relevo del gobierno municipal actual por un proyecto social con real participación ciudadana en el diseño y ejecución de obras y servicios comunitarios. Lo probable, con la pulverización del voto, plasmado en una boleta electoral con 8 “opciones”, y un alto abstencionismo, será la continuación de un gobierno del PRI (“unido” con el verde y el Pañal), con 6 regidores de “oposición”: 3 de Morena, 2 del PRD y 1 del PAN. Los demás partidos, si aspiran a hacer la chica, sólo les queda juntarse y echar un volado para escoger un sólo emblema que los cobije y al candidato a primer regidor. Sólo así podrían desplazar al PAN o arrebatarle una posición a Morena.

Ya vendrá la ola de acusaciones sobre usted mi querido ciudadano(a), sobre todo, por parte de los izquierdosos “puros”, quienes le reclamarán que se haya vendido por una despensa, un guajolote o una “efectiva”. Se repetirá hasta el cansancio que “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”, los llamados a “¡despierta, pueblo!” y sandeces por el estilo. Pero usted y yo sabemos que los pueblos tenemos los gobiernos que no podemos evitar, gracias, en gran parte, a los dueños de los partidos “de oposición”, quienes sólo se acuerdan de los ciudadanos cuando necesitan su voto. El poder los iguala. Todos, internamente, impulsan un solo ideal: el bienestar para su familia.

La federal.
Respecto de la diputación federal está más que previsto el resultado. El PRI no ganará. La probable pulverización de votos en la elección de ayuntamiento, se amalgamaría en contra de un personaje bien identificado. Está cantado: Ni un voto para Aguirre.

Desmemoria reciente.
En 2011, cuando estaban por definirse los candidatos, hubo un acontecimiento (conste que yo no lo provoqué). En una página de Reporteros en Movimiento aparecían dos fotografías emblemáticas de personajes conocidos por los chicoloapenses: En la parte superior una foto de la líder antorchista y diputada federal,  Maricela Serrano, en plantón afuera de la Cámara. En una mano el micrófono. El pie de foto mencionaba el motivo del plantón: la petición de 900 millones pesos para programas de desarrollo social para Chimalhuacán. En la otra foto, otro diputado federal: Andrés Aguirre Romero. En la boca, el alcoholímetro. El pie de foto decía que el diputado fue conducido al “torito” por manejar en estado de ebriedad. En 2015 ambos personajes intentan regresar al congreso con el emblema del PRI. Ya sabemos lo que pasará.

Lo anterior viene a cuento ante el desgarre de vestiduras por la conjunción de manifestantes de diverso color hace unos días: antorchistas, ejidatarios, priistas, perredistas y ciudadanos sin partido marcharon en contra el mal gobierno del patrón. “¡Qué horror –gritaron-. ¡Juntos! ¡Que alguien me explique!”.

La memoria es corta. Pues Antorcha ya ha tenido posiciones de gobierno en Chicoloapan y fue apoyada y aliada de la mayoría de los funcionarios priistas que hoy están en el poder. En los trienios 2003–2006  y 2006–2009  tuvieron sendos regidores. Uno de ellos tiene el nivel de director en el gobierno municipal. Otros personajes, que hoy están con el patrón recibieron beneficios directos e indirectos del movimiento antorchista del que ahora despepitan. ¿Nombres? Todos los conocen y esta columna no tiene porqué hacerles publicidad. Ellos, seguramente, tendrán las fotos cuando acompañaron y se sumaron a la campaña del dirigente nacional antorchista Jesús Tolentino Román Bojorquez, quien fue diputado federal por el distrito 25 (Chimalhuacán-Chicoloapan). Por cierto, logró integrar una fuerte estructura de líderes en Chicoloapan. Entonces los antorchistas eran buenos, ahora ya no lo son, y menos si van contra el patrón.

Libertad de expresión.
Casualmente, cada que viene una elección aparecen los esbirros del poder. Me vuelven importante. Se incrementan las presiones. Aparecen las descalificaciones y calumnias. Ahora, también, aprovechan los disfraces y antifaces de las redes sociales. Todo por ejercer la libertad de expresión. Y eso que yo escribo de política, nunca me meto con la vida familiar de los políticos. Claro que en ocasiones cala más la pluma que la espada.

Juan Bautista Mendoza