domingo, 9 de diciembre de 2012

Columna Incómoda 113

Poder que no se comparte, se parte. J.R.H.
La Presidencia Imperial no sólo es un excelente libro de Enrique Krauze, que examina seis décadas del sistema político que caracterizó a nuestro país a partir de 1940, sino una categoría histórica para entender una forma de ejercer el poder presidencial. Quizá uno de los estigmas de los políticos mexicanos sea el desear ejercer el poder de forma absoluta, como si dijeran: “La presidencia soy yo”; e intentar seguir mandando, aunque haya terminado su periodo, a través de un sucesor sumiso y obediente. Esos intentos han terminado, a veces, en tragedias. Por eso es muy saludable que los políticos profesionales conozcan la historia y las biografías de México y sus gobernantes.
Cuando se escucha que en la próxima administración no se permitirán visiones o actitudes de grupo, ni tajadas de poder, sino la unicidad; uno se pregunta si será por temor o por el virus de la tiranía: Temor a perder el control de sus subordinados o satisfacer la megalomanía de “Yo soy el jefe”. Más aún cuando el poder atrae a las claques aplaudidoras; aquéllas que contestan: “las que usted quiera, señor presidente”, cuando el jefe les pregunta qué hora es. Es importante que fuerza no sea confundida con despotismo. Se debe distinguir perfectamente entre liderazgo, que convence y convoca, y disciplina, que a todo dice sí pero agazapa intenciones de todo tipo.
En política nadie está muerto hasta que lo está.
Decidir jubilar a ciertos personajes cuya intención no es precisamente el retiro, está fuera de toda realidad y reaparecerán cuando menos se lo esperen; sin contar con la existencia de los grupos contrarios al partido que, en enero, estará en el poder, y que pueden complicar el ejercicio del poder. Las coyunturas como la que se viven actualmente, exige contar con aliados, no con subordinados.
El equipo
Para lograr resultados es fundamental que las posiciones las ocupen las personas adecuadas. No basta la sólo presencia y supervisión del jefe. En una empresa, por más supervisión y control del patrón, no se podrá lograr que un obrero sin capacitación y sin experiencia haga lo que un obrero calificado.  ¿En la administración municipal estarán los más capaces; los amigos o los  incondicionales (que no es lo mismo); o los que necesitan chamba?
Una preocupación filtrada por uno de los prominentes próximos funcionarios: “Hay mucha inconformidad, nada más que ahorita no lo dicen, porque piensan que les van a poner tache. Pero lo que es más lamentable, es que en La Escuelita nadie diga qué piensa o qué va a hacer por Chicoloapan. A todos sólo les interesa en qué lugar van a quedar o cuánto van a ganar. Si seguimos así, en seis meses la ciudadanía nos va a señalar a todos como una bola de rateros”.
La casa del sol
Por cierto que recién se acaba de inaugurar una nueva casa de cultura. Y uno se pregunta ¿por qué siempre que se habla de cultura se piensa en clases de macramé o danzón y porqué se van más de 500 años atrás?. No dudo que haya quién hable nánuatl aquí en Chicoloapan, pero nunca he entendido esa tendencia de poner nombres prehispánicos a lo que se relacione con cultura. A veces creo que es el trauma de la conquista. El no poder olvidar a entes diferentes a nosotros, como a aquél aguerrido y enorme soldado español, de gran melena y barba rubia, cuya sola presencia deslumbraba a los nativos, al grado que lo llamaban el sol (Tonatiuh). ¿Hay alguna razón de fuerza para no poner un nombre mexicano a una casa de cultura. Por ejemplo: Juan Rulfo o José Revueltas o Ricardo Rosas Delgadillo?
La cuestión es que ya se inauguró, y es importante saber si el nuevo ayuntamiento tendrá una, dos o más casas de cultura, porque como ya hay otra en Auris, que por cierto también tiene nombre náhuatl. ¿O habrá una de primera y otra de segunda? No se porqué, pero eso me recuerda una anécdota de don Chava Flores, cuando afirmaba que él era sólo un poeta del pueblo y luego le preguntaban, qué si los poetas servían de algo o ¿para qué servían? Entonces, ¿Qué es eso de la cultura? ¿Es una casa? ¿Una actividad? ¿Una posición ante la vida? ¿Sólo existió en los pueblos prehispánicos?
Lamentable
Cuando creía que el crecimiento del pueblo de Chicoloapan, la cercanía con la ciudad que tiene el mayor nivel educativo del país y, sobre todo, la posibilidad de acudir a una escuela o universidad, generaría una apertura política y una visión más amplia entre los actores políticos, me doy cuenta de cuan errado estoy. Y todo por una simple calavera literaria.
El orgullo de su nepotismo
El presidente electo, como una respuesta al nepotismo que caracterizó a las pasadas administraciones, firmó el compromiso de no incluir a la familia en la nómina. La duda es si esto aplicará sólo para él, o alcanzará a todos los miembros del Ayuntamiento y los directores.
El ingenioso de Hidalgo
Juan Bautista Mendoza

jueves, 15 de noviembre de 2012

LA CALAVERA INCÓMODA

(para mi amigo Ricardo Rosas (q.e.p.d.))

Aprovechando la temporada de muertos y el fin del horario de verano, que tienen en común que uno llama a la flaca y el otro a la fiaca. Decidí sobarme el ego. Me inscribí, sin muchas pretensiones, en el concurso de calaveras literarias que organizó el comité municipal del PRI. Y para mi sorpresa, el jurado me sentenció con el primer lugar, y una futura regidora, con una entrevista con el preciso electo. Aquí la calavera, allá, lo otro.

LA MUERTE DEL COMITÉ DEL PRI

En un panteón que no recuerdo
la calaca convocó a un aquelarre.
Anda en busca de un amarre
o al menos de un acuerdo.
Llegaron los priistas bien dispuestos
con enjundia, cual sabuesos,
saboreando ya sus huesos
cargados de presupuestos

Un contingente viene de allá del basurero,
marchando con choferes y taxistas
todos de organismos cetemistas
gritan a coro: “¡NO al tiradero!”.
“¡A mi la muerte me pela los dientes!”
Salta el líder, dando un brinco,
“Pues yo soy 65
y me llamo Pepe Fuentes”


“Pues yo soy la dirigente
y no me quiero a ir de aquí
pregúntenle a mi gente
soy presidenta del PRI”.

“Por mis hue...sos, yo me quedo
de eso no vamos a hablar
me respalda el Popular
que controla don Alfredo”.


Un muerto, cual mercenario,
no permite a nadie entrar
Afirmando: “¡Soy el Secretario!
¡Y me toca a mí el lugar”!

Por más que tú lo estires
dice la flaca, se acabó el presupuesto
para ti no existe el puesto
aunque seas de los Ramírez.

“Me engañaste. Me dijiste que era yo el elegido”
Exclama una voz desde del auditorio
“No escuchaste, por andar en el jolgorio,
lo que dije, es que eras el del ejido”.

“Pues ahora estoy aquí entre ruinas
y debo de pagar el pato
mirando desde la Peña de Gato
cómo me toman las minas”

“¡No lo salves, no lo salves!”
Gritaba don Agustín
“¿Que no vez que este es el fin,
del mentado profe Gálvez?”

“Lo pescamos dándole al ‘cinco mil’”
El gritaba: “¡Son paletas! ¡Son paletas!”
“Pues aunque andes en muletas
te cayó Cambio 2000”


Estando todos ya reunidos
desde el fondo se oye un grito.
Un terrible: “¡Toriiiito! ¡Toriiiito!”
Pone a los priistas compungidos.
Al verlos mudar el semblante
la muerte aclara el malentendido:
“Como les había ofrecido
Con ustedes: ¡Pedro Infante!”


Con la siguiente me despido
esperando con horror,
que si no tienen humor
otra vez salga corrido:
“El comité murió en paz”,
canta un muerto renegado.
“Como aquí nadie es capaz
hoy nos manda “un delegado”


COPLA

El poeta:
Canta, canta el tecolote
Al final de los caminos.
Ya llegó hasta Los Pinos
Una enorme zopilote.


La muerte:
Hasta muerto eres idiota
mi querido Juan Bautista
¿Y te llamas columnista?
¡Que no ves que es La Gaviota!


El Calaco Naco

jueves, 11 de octubre de 2012

Columna Incómoda 111

Lo que fue, eso mismo será; lo que se hizo, eso mismo se hará: ¡no hay nada nuevo bajo el sol!. Eclesiastés

Muchas expectativas se han generado en la conciencia colectiva de los mexicanos y por ende, de los vecinos de Chicoloapan. Pasó la elección. Tenemos Presidente de la República electo y también Ayuntamiento electo. ¿Qué viene? Se preguntan los ciudadanos. Nada fuera de lo conocido. No hay nada nuevo bajo el sol como afirma del libro antiguo. Las tonalidades serán las definitorias y las que marcarían la diferencia.

El municipio, pese a sus limitaciones, ha sido una forma de gobierno local idónea establecida por generaciones de mexicanos desde la llegada de los españoles a territorio mexicano. Le da legalidad, organización, orientación y los instrumentos para el buen gobierno, además de los mecanismos para garantizar los derechos, obligaciones y la participación de los ciudadanos. El modelo municipal exige elegir a los gobernantes dentro de los mismos vecinos, quienes, presumiblemente, son conocedores de la problemática local y de sus posibles soluciones. Y sólo por corto tiempo (tres años), suficiente para demostrar la capacidad para administrar los bienes y recursos de las comunidades. Este tiempo tan corto tiene entre otras, la virtud de provocar entre quienes llegan al poder muchas ganas de hacer cosas, ansias de transformar el mundo. No es el caso cuando están enquistados en el poder.

El diseño municipal tiene mecanismos de autocontrol y buen funcionamiento: Por una parte está la asamblea deliberativa integrada por todos los miembros del Ayuntamiento, quienes representan grupos, organizaciones, comunidades y partidos políticos; esto le da una pluralidad necesaria para la discusión y argumentación acerca de las prioridades y, por tanto, del destino de los recursos. En esta etapa la ley incorpora e impulsa la participación ciudadana en la planeación de las obras y acciones comunitarias. La otra parte estratégica del diseño del municipio libre y autónomo es la administración pública, dividida en áreas sustantivas de acuerdo con el ordenamiento legal y para la atención adecuada de la problemática social. Esta instancia permite incorporar a ciudadanos(as) con las características requeridas para un desempeño adecuado.

Eso en el diseño. En la realidad el ayuntamiento y la administración municipal se integrarán con gente de carne y hueso (a veces más hueso que carne). Por un lado están quienes se preguntan por los hombres y mujeres que integrarán la nueva administración. Les preocupan más los nombres y sus perfiles, pues de eso dependerá el resultado en la gestión. Están los más involucrados, quienes esperan su parte del pastel. No sabemos si están pensando en la administración como instrumento para resolver la problemática comunitaria o para obtener beneficios personales. Están los ingenuos creyentes en poder solucionar de un tajo la problemática municipal. Están quienes se sentirán desplazados de las posiciones estratégicas y renegarán por no tener el pleno reconocimiento de su poder o peso político. Están los que llegarán y sentirán como propio el cargo y no querrán volver a dejarlo. Están en fin los desplazados políticos a punto de quedar fuera del presupuesto en busca de recovecos para acomodarse en la estructura actual o prepararse para el asalto al poder en el futuro cercano.

La problemática es enorme y nos está rebasando, se requieren acciones y logros enormes. Pronto sabremos si en los próximos tres años aparecerán verdaderos servidores públicos comprometidos con el desarrollo político, social y cultural de la población de Chicoloapan o simples funcionarios que ejerzan el poder por meras ocurrencias. El ayuntamiento y la administración próximos a asumir el poder en Chicoloapan tienen ante sí un reto y una oportunidad para responder a las expectativas de la ciudadanía. Por el bien de Chicoloapan se espera que estén a la altura de lo que la gente quiere.

Los integrantes del ayuntamiento electo reúnen un perfil colectivo adecuado para Chicoloapan, conocen la problemática, la estructura política y social y cuentan con respaldo de grupo y de comunidad. Son los encargados de demostrar por qué la gente decidió cambiar de partido en el poder. Se espera que lleguen con ganas de hacer cosas. Es verdad que no hay nada nuevo bajo el sol, pero la ciudadanía espera que se hagan bien las cosas. Hay compromisos, es cierto, pero el compromiso principal es con la comunidad ¿Habrán entendido el mensaje de la ciudadanía? ¿Su desempeño hará brillar a Chicoloapan como un municipio ejemplar en la zona oriente o seguiremos siendo noticia sólo por los peores acontecimientos?
Juan Bautista Mendoza


jueves, 19 de julio de 2012

Columna Incómoda 109

La alternancia en el poder ha corrido paralela en los niveles federal y municipal. En el año 2000 el PRI perdió la Presidencia de la República, que ganó el PAN; y en Chicoloapan, la presidencia municipal, que ganó el PRD.  En ese entonces el relevo se llevó de forma tersa sin que hubiere conflictos postelectorales de parte de los militantes del partido perdedor. En la democracia se gana y se pierde, y hay que aceptarlo, pues nadie gana para siempre ni nadie pierde para siempre. Así, luego de doce años y de varios procesos adversos, el PRI obtuvo nuevamente el triunfo el 1 de julio de 2012. Ganó la Presidencia de la República y, en Chicoloapan, el Ayuntamiento.
Los resultados
Con base en los datos del cómputo municipal proporcionados por el Consejo Municipal Electoral de Chicoloapan los resultados fueron:
  • PRI:          27,361    41.05 %   
  • PRD:         24,008    36.02 %   
  • M.C.:          6,564     9.85 %
  • PAN:           3,401     5.10 %
  • PT:              1,406     2.11 %
  • N.R.:              134     0.20 %   
  • NULOS:     3,786     5.68 %
  • TOTAL     66,660
De una lista nominal de 106 mil electores votó casi el 63 %, porcentaje que refleja el interés que generó entre los ciudadanos la elección del 1 de julio, cuyo nivel de participación llegó, en algunas casillas, al 74 %. La más baja fue en HIR con 50%. Cada elección tiene sus peculiaridades. Se afirmaba, por ejemplo, que las unidades habitacionales definirían la elección. Puede ser, pero los datos fríos, muy genéricos, muestran lo siguiente:
En las Colonias sufragaron 29 mil personas; en las Unidades, 26 mil; y en la cabecera y sus barrios, 12 mil. El PRI ganó la mayoría de las secciones y las comunidades. El PRD ganó en los AURIS 2 y 3, en Santa Rosa y en Venustiano Carranza. La diferencia mayor a favor del PRI, fue en la Colonia San José (47 contra 28%), seguida de AURIS 1 (48 contra 32%) y de ARA 3 (46 a 33%). La colonia Emiliano Zapata la ganó el PRI por 1 voto.
Con estos resultados el Ayuntamiento, que entrará en funciones a partir del 1 de enero de 2013, estará conformado, por primera vez, por 15 integrantes: 9 del PRI (Presidente, Síndico y 7 Regidores), 4 Regidores del PRD, 1 de Movimiento Ciudadano y 1 del PAN. Sí, el partido que no hizo campaña, que no se vio, obtuvo lo mismo que el candidato que si tuvo estructura y armó mucho ruido en Chicoloapan. Pero así es la ley electoral y gracias a los 3,400 ciudadanos que votaron por el PAN, tendrá representación en el Ayuntamiento.
Si bien durante la campaña corrió mucha tinta y muchas voces, una constante crítica, descalificaciones e incluso ofensas, digamos que está dentro de la nueva cultura política. Se vale. Y qué bueno que haya crítica y opinión. Vivimos en una democracia y es bueno que exista. Pero como se repite constantemente: la democracia requiere de demócratas, que sepan ganar y que sepan perder. Es importante dejar atrás la mezquindad del perdedor que no acepta su derrota y la soberbia del ganador que se burla o humilla al derrotado. La gente ya votó y le dio el triunfo al PRI, viene una nueva etapa y ahora hay que colocarse en ese nuevo contexto.
Es obvio que se generaron fuertes expectativas entre los ciudadanos y entre los que apoyaron, muchas de las cuales quedarán en eso. Pero es importante darle el beneficio de la duda al que llega. Sabe de sobra que inició el proceso con una imagen inadecuada, que incluso lo llevó a pedir disculpas entre sus correligionarios. Ahora hay que ponerse a trabajar y no defraudar la confianza que la ciudadanía de Chicoloapan le ha otorgado.
Es de esperarse que el eslogan de campaña no quede sólo en el discurso (de la mano con la gente). Que las acciones y las obras se diseñen a partir de las prioridades de las diversas comunidades y con la participación de la gente. No está reñido el cumplimiento de los compromisos que se hicieron con los grupos, y la integración de una administración con perfiles adecuados para un buen gobierno. Tampoco se trata de volver a las formas viejas de gobernar, sino de ponerse al día con las nuevas necesidades y expectativas de la gente; gobernar en un escenario de alta competencia político electoral con una diversidad cultural y social inédita en Chicoloapan. Gobernar para los que votaron por el PRI, para quienes votaron por otro partido y también para aquéllos que no votaron (40 mil ciudadanos),  y que fue su forma de expresar su punto de vista.
Y aunque digan que siempre digo que dicen que me dijeron, concluyo esta columna repitiendo la opinión de un ciudadano chicoloapanse: “Yo no voté. Todos los partidos me han desilusionado, a tal grado que en esta ocasión ni siquiera me enteré de quienes eran los candidatos. Pero visto así de fuera, ahora que me cuenta como quedaron, creo que estuvo bien que haya ganado el PRI; ya eran muchos años con el PRD, ya ni le echaban ganas.”

Juan Bautista Mendoza

P.D. Y no hubo efecto. Otra de las afirmaciones que se hacían era la del efecto Peña Nieto. Pero como dijimos en otra ocasión, no en Chicoloapan. Carezco de los datos completos para nuestro municipio, pues aunque los pedí a sendos personajes del PRI y del PRD, no me fueron proporcionados. Pero, de acuerdo con la información del IFE, en el distrito 39 (La Paz – Chicoloapan), perdió Peña por 32 votos. ¿Quién es el responsable de esa derrota?

lunes, 25 de junio de 2012

Columna Incómoda 108

“La elección municipal está muy pareja” me comentan los ciudadanos con quienes platico acerca del proceso electoral local. De forma ingenua pregunto “¿Usted cree?” Y la contestación es la misma: “Si. No hay a quien irle”. Y entonces pienso en la amonestación recibida el 7 de junio por uno de los seudolíderes tricolores: me recrimina por “jugarle al vivo” con la Columna Incómoda y no apoyar a su candidato lo cual complica recuperar Chicoloapan. Zas. Precisamente el día de la libertad de expresión.
Vivimos en una aldea global, y gracias a las tecnologías y al internet nos enteramos, en el momento, de sucesos ocurridos en el otro lado del mundo, y opinamos y decimos y descalificamos a través de las redes sociales, casi siempre bajo la cobardía del seudónimo. Pero nos indignamos si alguien se atreve a escribir respecto de su entorno municipal con su nombre y apellido.
Veo claramente la distancia y la diferencia de entender la política entre quienes viven del presupuesto y quienes viven de su trabajo y sólo son importantes en los procesos electorales. Yo entendí junto con Aristóteles que el hombre es un animal político. Que la política es consustancial al ser racional. O visto desde otra perspectiva, lo que hace racional al ser humano es la actividad política, que no es otra cosa que los asuntos de la comunidad, los asuntos del gobierno y de administración de los recursos colectivos. Y por eso escribo, porque soy un ciudadano. Y si bien, de quienes me distinguen con su lectura, recibo felicitaciones, incitaciones, sugerencias y comentarios positivos; de parte de quienes se sienten “la clase política”, me cuestionan o incluso me retiran el saludo. Y allí los veo pasar, cuando no son nada me invitan a platicar, me preguntan mi opinión, soy un “gran analista”, “tengo una visión más completa de la política”. Pero en cuanto tienen un cargo…
Por eso hablo de percepciones, de lo que la gente me comparte como su visión, y de allí salen las columnas ¿Si eso les incomoda a los “políticos”? Pues cambien la percepción de la gente con un buen comportamiento público, cambien la soberbia por la humildad, el mandar por el servir, la corrupción por el ejercicio eficiente del presupuesto. Hagan alto un momento y pregúntense qué han hecho para merecer un cargo público.
No se quien va a ganar la elección municipal. Opino igual que la gente: la competencia está tan pareja porque no hay a quien irle. Pero como de todas formas uno ganará, si se decirme porqué ganaría:
Si ganan los amarillos será porque enfrente les pusieron como rival, al que más negativos tiene entre la ciudadanía. Por el manejo clientelar de los programas sociales y porque tienen bajo su control las arcas municipales y la nómina. De otra forma, estarían preparando sus maletas.
Si gana el tricolor será gracias al esfuerzo que están realizando todas las organizaciones y agrupaciones priistas, que dejaron de lado las descalificaciones y humillaciones de que fueron objeto en le proceso previo, para sumarse al objetivo de sacar a los amarillos de la presidencia municipal. Y será gracias a que mucha gente ya está harta del actual grupo en el poder y a la división interna que viven en sus filas, que provocó que haya hasta tres candidatos entre quienes antes estaban juntos.
Y si Cuauhtémoc (perdón, por el lapsus del “águila que cae”), si el socio águila hiciera lo propio, sería porque son tantos los negativos de los otros dos, que opacarían  los suyos.
De parte de los colaboradores  de los tres candidatos he escuchado: La gente nos recibe muy bien, pensamos que nos iban a cerrar la puerta, pero no, nuestro candidato ha tenido buena aceptación. Qué esperaban, la gente no es grosera ni tiene porqué decirles que no los apoyan. El voto es secreto.
Se confirma que hay una gran distancia entre los políticos y la ciudadanía, pues aquéllos piensan en la cooptación, en la compra del voto, en el manipuleo, y creen, equivocadamente, que por dar una despensa o tomarles, perdón, cortarles el pelo, van a votar por ellos. Es indignante lo que me dijo un dirigente: “la gente está bien necesitada, con una despensa están contigo”.
Y sí, hay muchas necesidades. Por eso la gente acude a recibir los apoyos, porque además sabe que son para ellos, y no salen del bolsillo de los candidatos. Pero donde veo más necesidad es en ciertos líderes y dirigentes: les urge estar dentro del presupuesto para enriquecerse; y los que están dentro, ven con terror quedarse fuera.
Habrá quien afirme, cínicamente, que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. No es cierto. Los pueblos tenemos los gobiernos que no podemos evitar. ¿Qué hacer?¿Votar o no votar?¿Y por quién? Con el mismo cinismo dicen algunos: “por el menos peor” ¿Cuándo Chicoloapan brillará con luz propia y elegirá a sus gobernantes dentro de sus mejores ciudadanos?
Pero este arroz ya se coció. El próximo domingo los ciudadanos decidirán, y entonces se multiplicará la soberbia del ganador, quien creerá, junto con su claque, que ganó gracias a él, y verá disminuidos los esfuerzos realizados por sus aliados, no se diga de los ciudadanos que votaron por él, quienes tendrán que esperar un nuevo proceso electoral para volver a ser importantes.
A la planilla que gane le pido, le exijo: Sean humildes y pónganse a trabajar por el bien común. Si ganaron es porque no hubo otra alternativa. Y recuerden siempre que los recursos son del pueblo, no de ustedes. Que tienen que gobernar para todos, es lo menos que se merece Chicoloapan.

Juan Bautista Mendoza

jueves, 24 de mayo de 2012

Columna Incómoda 107

El grupo en el poder ha tenido un desgaste político ganado a pulso que le ha generado divisiones internas, por ello, se preveía que el proceso electoral del 2012 se encaminaría hacia la alternancia. Pero los nombres de los candidatos alternos diluyó esa percepción, pues hay una gran incertidumbre de hacia dónde se irán la mayoría de los votos en Chicoloapan.
No es nueva la reacción de rechazo de cualquier candidato una vez designado por su partido. Siempre habrá seguidores o detractores, o a quien le importe un bledo lo que suceda en la política. Pero en esta ocasión el preámbulo dentro del PRI Chicoloapan mostraba un rechazo generalizado hacia un personaje. Muchos llegaron a afirmar que ante el escenario positivo que vivía el PRI entre los ciudadanos, cualquier candidato o candidata podría ganar, menos uno. Así lo manifestaron ante diversas instancias y de diversas formas. El resultado ya se sabe, fue impuesto el que no querían; el que dijeron que perdería la elección. Y así el PRI de Chicoloapan tiene candidato a la Presidencia Municipal.
Y al parecer no estaban equivocados los dirigentes priistas, pues al darse a conocer el nombre vino, primero, el desencanto entre los militantes y simpatizantes; luego, el malestar al sentirse ninguneados, por decir lo menos, por parte de la cúpula estatal por su insensibilidad o desprecio de las expectativas municipales. Consumada la imposición, se viene dando un rechazo generalizado, ya no de los dirigentes que velarán por sus intereses, sino entre la ciudadanía que enfrenta un nuevo dilema: ¿Y ahora, a quién dar el voto?
Esta incertidumbre se incrementará cuando sean difundidas las planillas. Era de esperarse que si el PRI quiere rescatar el poder municipal, los líderes y dirigentes habrían de conformar una planilla atractiva,  que incluyera a los líderes vecinales de las comunidades, que han apoyado siempre al partido y no han sido jamás beneficiados. Pero esto es un asunto de familia, parece ser el mensaje del los priistas, y la planilla se integrará con los familiares más cercanos de los dirigentes. Faltaba más.
Y en los otros dos bandos ¿qué se puede esperar? Por un lado un candidato que dice no interesarle el poder, pero que seguramente hará todo por imponerse y aparecer en la boleta electoral. Y por otro, un candidato gris, rodeado, siempre por los mismos, a los que la gente quiere cambiar.
“Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco” proverbio antiguo.
Como siempre, en unos días estaremos presenciando, por partida triple, la hybris (soberbia) política: la del Tricolor, en donde se considerará ganada la elección por el efecto Peña Nieto y el despilfarro de apoyos, que haría olvidar la imagen del candidato. La del Socio Águila con sus encuestas a modo y captando las inconformidades de sus dos expartidos y prometiendo  el “cambio verdadero”, que haría olvidar la imagen del candidato; y la del Amarrillo, engallado por la nominación del candidato tricolor, con un grupo enquistado en el poder que confía en el manejo clientelar de los programas sociales, lo que haría olvidar la mala imagen de gobierno. Seremos testigos de los señalamientos de la paja en el ojo ajeno de los adversarios; el avasallamiento y descalificación de sus equipos a quien no esté de acuerdo con ellos y una proliferación de libelos y mensajes clandestinos
Por lo que he escuchado y a decir de algunos, se incrementaría el abstencionismo; asimismo, se afirma que el 1 de julio vendrán en avalancha los votos sancionadores hacia las imágenes negativas de los tres candidatos ¿Quién será el principal depositario de los votos de castigo?
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Vivimos un proceso interesante en Chicoloapan. La ciudadanía, tan heterogénea con sus 123 mil votantes, sabe que tiene en sus manos la decisión. Sabe que todos irán a buscarlos, tocarán sus puertas y recibirán muchos besos y obsequios. Y sobre todo, promesas, que pasada la elección se irán al bote de la basura, igual que la propaganda. Está elección, con unos candidatos impuestos por encima de las expectativas de la gente, está impulsando la madurez política.  Quien siga pensando que la gente es tonta, se va a llevar una gran sorpresa; quienes crean que sus dádivas comprarán un voto, viven fuera de la realidad. Insisto, la gente acudirá a los eventos, reuniones y mítines precisamente porque no es tonta; recibirá los apoyos porque son para ellos y no salen de la bolsa de los candidatos. Pero el 1 de julio, en la intimidad de las mamparas electorales, los ciudadanos decidirán en libertad quién es el candidato que menos daño generará en nuestro municipio. Los sorprendidos, como siempre, serán los candidatos perdedores.

Juan Bautista Mendoza

domingo, 22 de abril de 2012

Columna Incómoda 106

Los pueblos tienen los gobiernos que no pueden evitar. Al momento de escribir esta columneja, aún cuando no están definidos totalmente los candidatos, ya están perfilados tres. Y los comentarios que escucho al difundirse los nombres de los nominados son en el tenor de: Esto ya se complicó. Pues al parecer ningún candidato satisface las expectativas de la comunidad. Es de entenderse, si a los ciudadanos no se les toma en cuenta para definir aspirantes en los partidos, cuando se conocen vienen los desencantos. Pero así es actualmente la competencia electoral. Los partidos tienen dueños y ellos deciden a quien invitan y a quien no a la fiesta. Si le gustan o no los candidatos, mis queridos ciudadanos, tienen de dos sopas: o no vota o razona su voto. De todas maneras uno va a ganar.
La diatriba.
En épocas electorales circulan los libelos clandestinos denostando y lanzando todo tipo de diatribas contra los candidatos o sus equipos. Sin embargo, ese tipo de descalificaciones normalmente no permea en las decisiones de la ciudadanía. Son más efectivas las críticas abiertas. Es el momento de hacerlo, hay sustancia y materia. Mostremos a los candidatos y a la comunidad que se puede elevar el nivel de la política. Es tiempo de dignificarla.
Muchos piensan y esperan que este columnista empiece a despotricar contra los candidatos, lo que equivale para algunos a un desfogue pasajero; pero al final regresan a la realidad. Hace algunos años, en las discusiones de los actores de teatro social, decían que era muy fácil atacar e incluso destruir al enemigo en el escenario, pero que eso servía sólo como una válvula de escape y volvía complaciente a la gente. Por ello la alternativa era plantear el problema en escena, e incluso, volverlo extremo, no resolverlo, para motivar a la gente a modificar su realidad. Es como el video de los “niños incómodos”. Allí está la bronca. Hay que resolverla en la vida real.
El defecto del efecto.
Los ciudadanos actúan de forma madura en las cuestiones electorales. Dentro de las opciones limitadas que les dejan los partidos para escoger, saben diferenciar con precisión y crear equilibrios. Los políticos creen que pueden comprar el voto, y que con una despensa, una beca o un tinaco pueden decidir la elección. Quizá sea cierto  en parte. La gente acude y recibe las dádivas porque necesita esos apoyos y porque sabe que son adquiridos con recursos públicos, que no provienen de la bolsa de los candidatos. Pero en solitario, en la intimidad de las mamparas electorales deciden su voto con libertad. No hay despensa que borre del imaginario colectivo las buenas o malas imágenes de los candidatos.
Y esta situación es válida incluso cuando de forma paralela, se lleve a cabo una elección presidencial atractiva, como ha sucedido en los últimos sexenios. Cuando se ha hablado de “El efecto”, y entonces los candidatos locales, estiman que el puro efecto los hará ganar. Pues no. Al menos no en Chicoloapan. Y aquí están los antecedentes

AÑO    Efecto              Partido    Pdte. de la       Presidente
                                                    República       Municipal

2000    Fox                   PAN          11,451            6,197
2006    Obrador            PRD          27,996          15,167
2012    Peña Nieto        PRI            33,949            ¿ ?

En el año 2000, con el llamado “efecto Fox”, el PAN obtuvo 11,451 votos, en tanto que su candidato municipal, desconocido para la gente y con un mínimo trabajo comunitario, obtuvo poco más de la mitad (6 mil). Para 2006, con el control total por parte del PRD de los cargos públicos (Diputación Federal y Local y Ayuntamiento), Obrador obtuvo casi 28 mil votos, mientras que el candidato del PRD a la Presidencia Municipal apenas logró 15 mil y estuvo cerca de perder. Para 2012, con el “efecto Peña Nieto” es de esperarse que el candidato a la Presidencia de la República obtenga al menos los votos que recibió Eruviel el año pasado (34 mil).  Los ciudadanos decidirán cuántos votos le tocarán al candidato local.
Ante el escenario de tres (PRI, PRD, MC), digamos que empezarán empatados la campaña, con un rezagado, como sucedió hace tres años. Es decir que cualquiera puede ganar. Sería interesante, para darle más sabor al caldo, que el PAN nomine a un ciudadano con presencia municipal.
Las condicionantes.
Son diversas las condicionantes para inclinar hacia uno u otro lado la mayoría de los votos. Aunque parece cliché, la inclusión tiene un peso fundamental. No es lo mismo sumar a todos, que sólo a los cuates. Eso funciona en la burocracia no en la contienda electoral. Dicha inclusión se observa desde la integración de la planilla que conformará el Ayuntamiento. ¿Cada uno de los partidos integrará a las fuerzas reales, en busca de los consensos, o sólo será una rebatinga por los despojos?
La imagen. Cada uno de los candidatos ha hecho su tarea y tiene la aceptación o el rechazo que se hayan forjado. Por ello quienes pierdan debieran de decir como los suicidas: “No se culpe a nadie de mi derrota”.
La cargada. Hace años funcionaba y era una muestra del control de los partidos sobre sus simpatizantes. Se esforzaban por “acarrear” (ahora dicen “transportar”) a la mayor cantidad de personas a sus actos y recorridos. Actualmente no es necesariamente cierto. Más aún cuando los que trasportan tampoco gozan de la imagen deseada.
El Proyecto. ¿Realmente piensan los candidatos que los ciudadanos les creerán sus promesas de campaña, si cuando han tenido los cargos no lo han hecho? La gente identifica a quienes sólo pretenden llegar para llevarse lo más que se pueda, sin importar la situación social, cultural y económica de Chicoloapan. Si han hecho un buen trabajo, entonces, sin recato, podrán repetir con el puntero en las encuestas Enrique Peña: “Tu me conoces. Sabes que se comprometerme. Pero los más importante: Se cumplir”

Juan Bautista Mendoza

domingo, 11 de marzo de 2012

Columna Incómoda 105

La Columna Incómoda
En los asuntos políticos, y en particular en los discursos de los políticos, hay que entender lo que se dice, pero también lo que no se dice. Tan importante es lo expresado como lo omitido. Así también, para evaluar a un político no sólo se debe tomar en cuenta lo que informa o cómo se califica a sí mismo, sino sobre todo lo que hace. No sé de ningún político que ande hablando mal de sí mismo o pregonando que es la peor opción, pero para conocerlo se deben conocer sus obras y sus acciones.
Los actuales representantes populares fueron electos hace casi tres años y andan buscando la forma de permanecer dentro del presupuesto. Los ciudadanos hemos sido testigos de cómo cuando un personaje prueba las mieles del poder, cree que debe ser para siempre y, por tanto, está eternamente buscando permanecer o heredar el poder, pues creen merecerlo. Observemos a nuestros representantes en Chicoloapan, usted ciudadano (a) ¿considera que han realizado un trabajo efectivo de beneficio social? ¿Usted ha visto y/o sabido de los grandes esfuerzos que realizaron en este tiempo para ayudar a la ciudadanía? ¿Los ha visto empujando proyectos de gran altura para beneficio de Chicoloapan? O más sencillo, ¿su labor los mantendrá en la memoria colectiva durante varios años pues la comunidad sentirá los beneficios de sus obras y acciones?
Pero así como dice la conseja popular que los hijos y los maridos por sus hechos serán queridos y la sabiduría antigua precisa que los hombres por sus hechos serán reconocidos, más parece que lo que desean los ciudadanos para sus representantes es mandarlos a un lugar de cuyo nombre no querrán acordarse.
Lo anterior es vigente cuando vivimos el proceso electoral 2012 y, seguramente, cuando vuelva a escribir esta columna ya sabremos quienes son los candidatos para nuestro municipio, y todos mostrarán su mejor cara y nos dirán lo idóneos que son para ocupar los puestos de elección popular. En estos momentos incluso aquéllos que renegaron o desconocieron a sus comités, o se dedicaron a dividir y torpedear a los demás, se presentarán como los amorosos, que están dispuestos a “sacrificar” sus ambiciones personales en pro de la unidad de sus partidos. Pero no hay nada nuevo bajo el sol. La comunidad identifica a los aspirantes y está atenta a quién será el abanderado oficial en cada uno de los partidos. Las definiciones delinearán el camino hacia el triunfo o la derrota.
En el PRD prácticamente está definido su candidato, al menos el grupo en el poder ya lo presentó, y lo que viene sólo serán rounds de sombra de los demás grupos, que en realidad sólo buscan mantener sus posiciones y tajadas de poder. Claro que actualmente están como gallinas en el corral: atentos al zorro que ronda y les quiere agandallar la candidatura, y que aprovecha las bardas promocionales de uno de los suspirantes para manifestarle su apoyo, pero además, con el agregado de basta de corrupción. Con ese fuego amigo para que quieren enemigos. En política no hay sorpresas lo que hay son sorprendidos.
En el PRI, al menos hasta el día de hoy 6 de marzo, impera la incertidumbre, pues como se sabe, el candidato será definido en las alturas y los grupos locales cruzan apuestas y mueven sus hilos para obtener la tan ansiada nominación. Están convencidos que la coyuntura y las circunstancias apuntan al regreso del PRI a la presidencia municipal, luego de doce años de vivir en la oposición, pero coinciden en la importancia del perfil del candidato. No sólo es cuestión de unidad o lealtad, sino sobre todo de imagen y aceptación entre la comunidad de quien los abandere. No se puede pedir a quienes han sido marginados y ninguneados que se sumen sin chistar a quienes han aplicado siempre una política sectaria.
Por lo que sabemos, la digirencia tricolor ha manifestado y pretende aplicar una política de inclusión y de respeto a todos los grupos y personajes locales. Este cambio de línea política lo estableció desde su toma de posesión el actual comité municipal, resultado, hay que decirlo, de un híbrido impensable hace años, al abrir la puerta de todos los priistas. El resultado está por saberse: O la dirigencia estatal refuerza esta línea política local o retoma y otorga la estafeta a la línea de cerrazón y exclusión, que ya muestra abiertamente el rechazo de los militantes y ciudadanos que por sus actos conocen a los que están en la lista.
Lo importante en todo caso es frenar ya a los gobiernos dedicados a nadar de a muertito, que buscan evadir conflictos y vivir tranquilamente su periodo. Chicoloapan no necesita administradores, requiere de un gobierno que asuma su función de representante del pueblo. Que lleve a cabo un trabajo titánico de tiempo completo para reencauzar el timón. Que impulse proyectos de gran visión que ayuden a sacar del hoyo en el que estamos los mexicanos. Un gobierno que rescate la participación ciudadana, en el diseño, planeación y ejecución de las obras y acciones. Los gobernantes no son “mandamases” son servidores públicos. Para eso les pagan.
No es casual el rechazo generalizado de los ciudadanos a la obra de remodelación de la plaza pública, pues además de no sentirla suya, la considera innecesaria o superflua, cuando en distintas comunidades existen grandes carencias. Cito a un ciudadano de la colonia Revolución: “¿No cree que son fregaderas que mientras en las colonias haya tantas necesidades, estos cuates se gasten tanto dinero en arreglar su estacionamiento?”

Juan Bautista Mendoza

viernes, 20 de enero de 2012

Columna Incómoda 104

Los escenarios
Las encuestas electorales difundidas en la primera quincena de enero confirmaron las tendencias favorables para al PRI. Todo apunta a que en el 2012 el tricolor regresará a la Presidencia. Claro, me refiero a la de la República, porque a la municipal, está por verse. En Chicoloapan las ventajas en las encuestas se han ido por la borda desde el momento en que es designado el candidato. Y el responsable principal, hay que insistirlo, es el abanderado, no lo otros, como al final se les culpa, aunque tampoco estos estén exentos de complicidad.
La carencia de oficio político pero sobre todo la soberbia, que parece que está predestinada a quienes son ungidos o que tienen un cargo, los hace creer que lo tienen por ser grandes, muy grandes, y por eso no necesitan del otro. Y así se ha venido observando en Chicoloapan, en donde los cabecillas sólo piensan en el agandalle inmediato y en el beneficio para sus más cercanos, buscando marginar a los demás, a quienes quisieran ver desaparecidos. De ahí que los unos desconozcan a los otros y sean más rivales que con los de enfrente.
En donde por cierto se empiezan a configurar dos escenarios que determinarán los resultados: Por un lado, Chicoloapan es actualmente el territorio más grande que conserva el PRD en el Estado de México, y es obvio que es resultado del trabajo del grupo en el poder municipal, que ha logrado mantenerse, pese a la división y golpeteó que generó en la campaña el precandidato perdedor (que luego se fue a Convergencia); y luego con el abandono del barco perredista por parte del GAP. Habrá quien le regatee dicho triunfó y busque la explicación en otro lado, pero la realidad es que conservan la presidencia, y eso convierte al edil en el líder y cabeza de grupo, lo que le garantizaría llevar mano en la designación del candidato de su partido. Pero que creen, y eso configura el otro escenario: ahora resulta que, ante el efecto pin-pon (rebotado de todos lados), el socio águila ya no intentará la candidatura por el PRI, en donde no le dieron cabida, sino que regresa a Convergencia, desde donde se apresta a agandallar la candidatura de “la izquierda”, para lo cual negocia en las alturas imponerse en el PRD, del que renegó, como el candidato único a la presidencia municipal.
No tiene la culpa el indio.
Y que creen, que algunos “perredistas”, ante la orfandad política en la que viven, o demostrando el interés vil que los mueve, no ven mal este escenario (recuerden lo que dijo una perredista:“a nosotros nos vale m.. quién sea el candidato, lo que nos importa es que nos dé”). Están pensando que el 2012 sería igualito al 2000, es más, que la administración sería la misma. Sería como dijo el barbón alemán que la historia se repite dos veces, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa. Las preguntas ociosas son: ¿Los que se dicen perredistas lo van a aceptar sin decir este voto es mío? ¿Rafael Gómez va a doblar las manos y sacar de la jugada a su delfín? ¿Y el partido de enfrente, pero sobre todo los ciudadanos, permitirían esta farsa?
¿Elección o Corcertacesión?
Habría que conocer con precisión qué tiene decidido para Chicoloapan la dirigencia estatal del PRI. En su momento, el argumento para no empujar un proyecto incluyente y ganador fue que los priistas tenían tache porque aquí había perdido Enrique Peña en el 2005. Pero ahora, después de los resultados contundentes del 2011, ¿Cuál sería el argumento para que Chicolopan continuara en manos del partido amarillo? Dependiendo de la intención de la cúpula estatal, se podrían delinear tres posibilidades: Primero. Si Chicoloapan está destinado a permanecer amarillo, todos coinciden en quién sería el seguro candidato perdedor (todos lo dicen, todos lo comentan, todos lo saben). Segundo. Si la intención es una competencia incierta, en donde el resultado esté en el aire, el candidato tiene que librar primero la bronca que tiene en casa y bajarse de su pedestal. Tercero. Si se quiere que el PRI aproveche la ventaja que tiene en las encuestas y gane la presidencia municipal, también hay candidato (ya muchos lo mencionan). La decisión del primer priista del estado incidirá en el destino de un municipio que, quizá allá en las alturas, sea insignificante, pero para las miles de familias que aquí habitan, lo es todo. Los priistas esperan su decisión, gobernador.
La envidia
Y es que debo reconocer que este columnista habla de pura envidia, al enterarse de lo que pueden hacer los representantes populares, ya sea en la presidencia municipal o en el congreso federal. No sé si todo sea cierto, pero el sólo hecho de enterarme me llena de envidia. Resulta que a través de los medios me entero que el Presidente Municipal está impulsando un megaproyecto industrial en alrededor de 800 hectáreas, con una inversión estimada de dos mil 500 millones de pesos, que tendrá una ciudad deportiva, campus de la UAEM y de la Universidad Politécnica, lagunas artificiales y oficinas administrativas, y que el parque industrial será un complejo moderno con pozos, vialidades y electricidad. Y, lo más importante, que se generarían 40 mil fuentes de empleo. Asimismo, saber que en el congreso federal se logró incluir, para el presupuesto del 2012, un monto histórico en materia de desarrollo social, que implican 900 millones para el municipio, y que uno de los proyectos que se lograron incluir fue la línea del Mexibús: Los Reyes, Chimalhuacán, Chicolopan y Texcoco. Pero la envidia me corroe aún más al saber que el proyecto industrial y los millones serán para el vecino municipio de Chimalhuacán y que los logros en el presupuesto lo informó la diputada federal Maricela Serrano.
¿Si imaginan lo que serían 40 mil empleos y 900 millones en desarrollo social para Chicoloapan? Y entonces volteamos a ver a nuestros representantes y los vemos repartiendo guajolotes y kilos de frijol y no nos queda más que aceptar como cierto que “lo poco que vemos depende de lo poco que somos”. Pero los mal pensados me dirán que aquí también se está pensando en las próximas fuentes de empleo: Ya aquella está viendo como mete a la nómina a su hijo, la otra y el otro, en dónde quedará su hermano; la de más allá, qué cargo tendrá su papá y cómo va a heredar el puesto a su hermana y así sucesivamente. ¿Será por eso que el destino que se nos tiene asegurado es ser el basurero del D.F.?
El envidioso
Juan Bautista Mendoza