Morena, con M de mujer
Juan Bautista Mendoza
Pudieran ser las secuelas del eclipse cuando la luna-mujer
se sobrepuso al sol-varón, o será que la tómbola Morena es
más visionaria que algunos de los actores políticos de Chicoloapan. Lo cierto
es que con la asignación de género femenino para la
coordinación de organización municipal, se vislumbra un escenario inédito con
posibilidades de triunfo. Que no vendrá en automático; será el resultado de la
pericia política con que se desempeñen los encargados de la política local y de
la, más que nunca necesaria, altura de miras que permita ver más allá de
ambiciones cortoplacistas. La división o la simulación a estas alturas del
partido, serán fatales para la construcción de un proyecto de gobierno
morenista.
¿Pero de qué está hablando este eclipsado
columnista? Les platico: El Consejo Estatal de Morena, en cumplimiento con lo
establecido en la ley electoral en materia de equidad y paridad de género, para
aspirantes a cargos partidistas y de representación popular, designó, a través
de la insaculación, el género para ocupar el cargo de Coordinadoras y
Coordinadores en los distritos locales, federales y en los municipios. Para el
municipio de Chicoloapan tendrá que ser una Mujer.
En consecuencia, se abrió un periodo de registro,
del 23 al 25 de agosto, para militantes, simpatizantes y ciudadanas que
desearan participar. Se registraron ocho mujeres para competir por la Coordinación
de Organización de Morena en nuestro municipio: Irene
Ángeles Castro, Caterin Lizbeth Gómez Tirado,
Angélica Pérez Cerón, Liliana Janet Sánchez Lara,
Diana Rocío Fernández Sosa, Claudia Hernández Hernández,
Blanca Esther Monroy Velazquez y Nancy Jazmín Gómez Vargas.
El asunto se considera relevante porque, como es
sabido, sólo una mujer ha gobernado Chicoloapan y de eso ya pasaron más de
treinta años. Entonces, la presencia de figuras femeninas a la cabeza del
proyecto de Morena viene a modificar el escenario político municipal, porque
quien sea designada Coordinadora de Organización, tendrá amplias posibilidades
de convertirse en candidata de Morena y, en su momento, en presidenta
municipal, cuyas probabilidades de éxito son reales. Primero, por el innegable
avance del nuevo partido en las preferencias ciudadanas (Morena es primera
fuerza política en Chicoloapan luego de la elección para gobernador); segundo,
por la aceptación ciudadana que logró la profesora Delfina Gómez Álvarez;
tercero, porque la candidatura de Andrés Manuel a la presidencia generará el
fenómeno conocido como “efecto Obrador”. Aunado al continuo descontento
ciudadano frente a los gobiernos priistas, con su cauda de escándalos,
corrupción e ineficacia para solucionar los problemas reales que aquejan a la
población.
Inédito el escenario en Morena Chicoloapan porque
el nombre de las aspirantes, ha provocado múltiples comentarios, a favor o en
contra de las contendientes, donde lo sorprendente es que sean las propias
mujeres quienes descalifiquen o denigren a sus pares. Más aún, algun@s
militantes perredistas están tan interesad@s en el proceso interno de Morena,
que ha asumido el rol de consejer@s de Morena, sugiriendo a unas y descalificando
a otras, afirmando que deben ser las mujeres representativas de la lucha social
quieren lideren las candidaturas. Esto hará más interesante la futura
competencia por la presidencia municipal, pues si son congruentes con lo que
afirman actualmente, el PRD tendrá que postular a una mujer, relegando a
posiciones menores a los varones que han controlado los cargos y las
nominaciones.
Es verdad que la tómbola agarró a los referentes,
dirigentes, líderes, como se les llame con los dedos en la puerta, y mostró una
de las facetas que deben ser fortalecidas en el nuevo partido de López Obrador
en Chicoloapan: la preparación y participación de las mujeres en posiciones
estratégicas. Pero ya está definida la ruta. Son ocho las féminas que
se inscribieron para competir en el proceso de designación. En todos los casos
son válidas sus aspiraciones y nadie se puede abrogar la autoridad moral para
descalificarlas, argumentando su falta de experiencia en cargos y posiciones
políticas relevantes. Primero les impiden el paso, las colocan en un nivel
postrero, y luego las exigen distinguidas e impolutas. Bien diría sor
Juana: “Pues ¿para qué os espantáis/ de la culpa que tenéis?/ Queredlas cual
las hacéis/o hacedlas cual las buscáis”.
Lo cierto es que el proceso interno de Morena
reconfigura las perspectivas políticas locales. Todo apunta que luego de más de
30 años de gobiernos masculinos, nuevamente una figura femenina gobernará en
Chicoloapan y, de mantenerse la intención ciudadana de cambio y la construcción
de un proyecto incluyente y unitario de todos los equipos, seguramente Morena
será gobierno en 2018.
Tomado de la Columna Incómoda de La Gaceta de Chicoloapan