lunes, 16 de enero de 2017

La Columna Incómoda

Precampañas; El prólogo:

Hola mis gasolineados, gaseados y electrizados ciudadanos de Chicoloapan, les deseo año 2017. Y digo sólo año porque sería ruin si le agrego el adjetivo de “feliz”. La cosa es que ya pueden estar contentísimos por las medidas (¿o desmedidas?) acciones que están tomando los gobernantes, todo por el bienestar de nuestras familias. Y si no pregunten a los representantes en Chicoloapan. Ellos les dirán que todo se está haciendo por su bien y que mientras descansaban en paraísos turísticos V.I.P. con sus bonos, aguinaldos y recompensas, seguían pensando en ustedes. No crean que son ingratos y olvidadizos, pues ya viene la elección de gobernador en el Edomex y estarán pidiendo el voto para que el tricolor se mantenga por los siglos de los siglos. Y se toparán con unos ciudadanos felices y contentos, cansados, sí, pero de tanto patinaje en hielo y de recibir sonrisas de los reyes magos y Santa Claus.

El 23 de enero inician las precampañas para que los partidos placeen a sus aspirantes durante una cuarentena. De ahí saldrá su candidato, que luego de los trámites y procedimientos buscará el triunfo el domingo 4 de junio. El rival a vencer, como se sabe es el PRI. El partido de Eruviel Ávila, de Peña Nieto, de Montiel, de Duarte, de Moreira, del patrón, y de toda esa caterva de politicastros que sin impudicia se han adueñado del poder y los presupuestos de los mexicanos, mexiquenses y chicoloapenses. O sea que cualquiera que resulte ser el ungido tricolor, llegará con el objetivo de mantener y conservar los privilegios de unos cuantos.

¿Quién será el (la) audaz que le pondrá el cascabel al gato? Pues no están dormidos. Ya echaron a andar la marea roja que incluye, como parte sustantiva, la dispersión del voto, pues por más que el PAN afirme que sólo juntos le pueden ganar al PRI, sabemos que hay en el Estado de México más de 10 emblemas partidistas que sumados a los candidotes “independientes”, se prestarán a la simulación de la competencia electoral. Ya sabemos que el PAN es cómplice incondicional del PRI y cuando uno cae, el otro lo levanta. Algunos dirigentes del PRD han sido involucrados en esa lógica de, si quieres mantenerte política y presupuestalmente,  súmate al pacto. Pero el resultado a ojos vistos es su caída libre en las preferencias electorales y el abandono del barco de sus figuras emblemáticas.

¿Entonces qué puede pasar en el Estado de México? La inercia y la estrategia de quienes controlan el aparato de poder en el país, es que se mantenga el PRI o, de complicarse las cosas por el descrédito de este partido entre los ciudadanos, empujar al PAN como escala para el 2018.

La otra opción sería un gobierno de izquierda. ¿Pero a estas alturas se puede hablar de geometría política en el Estado de México? Están el PT, MC, PRD y Morena. Los dos primeros no representan una alternativa de poder; y como sucedió en otros estados, el PT ha buscado acercamientos con el poder para conservar su registro.

No hay nada nuevo bajo el sol (azteca).

Cuando en 1989 se fundó el PRD, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, fue cuestionado por sus opositores por incluir dentro de sus filas a expriistas. Era inevitable, los pleitos son más álgidos cuando los contrincantes formaron parte de la misma familia. En ese entonces el PRD fue descalificado. Salinas intentó desaparecer y cooptar a sus dirigentes; impulsó la creación del PT, como partido de “izquierda” para restarle votos. En los medios  era señalado como partido violento, retrógrada, populista, un peligro para el país. Pasados los años el PRD entendió que había que ser una izquierda moderna, propositiva, negociadora y firmante de pactos, por el bien del país.

En años recientes, de una fractura del PRD surgió Morena, partido que ahora se asume como la opción de izquierda, que  lucha por las causas populares y busca una cuarta transformación en México (Las otras tres: La Independencia, la Reforma y la Revolución). Pero también Morena es ahora el partido destinatario de las descalificaciones, ya no sólo de la derecha, sino de sus ex correligionarios del PRD. Era inevitable, los pleitos son más álgidos cuando los contrincantes formaron parte de la misma familia. El dirigente nacional de Morena es denostado por violento, retrógrada, populista, un peligro para México.

Pero un partido va a ganar en junio de 2017 y gobernará el Estado de México por seis años. Ya no será fácil para el tricolor. Los resultados en las elecciones pasadas, acabaron con el mito del mal llamado ‘voto duro’. Los ciudadanos aceptarán los regalos y prebendas, porque saben que no son de los políticos, y porque hay necesidades. Pero cruzarán la boleta a favor de quién, a su consideración, pueda frenar en seco las corruptelas e impunidades de quienes se asumen como gobierno, pero que no hacen nada por el pueblo, más bien miran a los ciudadanos como fuente inagotable de saqueo de recursos y un potencial peligro para las comodidades de los políticos y sus familias.

Lo he dicho y lo repito. No veo a Morena y su líder nacional como semidioses. Pero reconozco que sí representa una alternativa diferente a todas esas pandillas de políticos que no tienen llenadero, y cuyo único propósito es mantener sus privilegios a costa de la miseria del pueblo. Si el PRI es derrotado en la guarida de Peña Nieto y Eruviel, estará a un paso de ser expulsado de Los Pinos.

Poco más de 121 mil electores podrán votar en las casillas que se instalarán el municipio de Chicoloapan el cercano 4 de junio, de los cuales, 37 mil son jóvenes menores de 30 años; 56 mil entre 30 y 50 años; y 28 mil ciudadanos de más de 50. En sus manos está la decisión, mis estimados y saqueados ciudadanos.

El desgaseado
Juan Bautista Mendoza

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