El 20 de octubre, en un conocido salón de San Vicente, se llevó a cabo la toma de protesta de los integrantes de los comités de base del partido Morena. El evento fue convocado para las seis de la tarde. Desde antes de esa hora empezaron a llegar los asistentes: morenos, experredistas, expriistas y exencuentro social, jóvenes y viejos militantes y uno que otro niño colado.
En una mesa de recepción, con representantes de
los llamados “referentes” vestidas elegantemente del color del partido, se
registraron los invitados. Para las seis de la tarde, el salón estaba lleno. A
las siete, el salón destinado para el acto, era notoriamente insuficiente, por
lo que se tuvieron que colocar sillas a la entrada.
Se notificó el retraso de quien tomaría la
protesta. Algunos tuvieron que retirarse por razones personales. Aún así el
salón se mantuvo siempre lleno. A las 7:45 hizo su aparición José Ramón López
Beltrán, coordinador de Morena para el Estado de México, quien de inmediato
tomó el micrófono para iniciar el evento.
Agradeció la presencia de los asistentes y
pidió su comprensión pues venía retrasado por actos anteriores que encabezó en
otros municipios. Mencionó que era la sexta ocasión que visitaba el municipio
de Chicoloapan y que, con respecto de su última visita, se congratulaba porque
en esta ocasión veía aumentada en tres veces la cantidad de simpatizantes, asimismo,
según los datos con que contaba, se tenía cubierto el 100 % de las 70 secciones
electorales de Chicoloapan, pero que además, en cada una de ellas había más de
un comité, es decir, 300% arriba de la meta. Más aún, lo que generó un momento
festivo, el distrito 39, que integra a los municipios de La Paz y Chicoloapan,
era el segundo distrito a nivel nacional y el primero en el Estado de México en
mostrar la mejor organización.
López Beltrán reiteró la importancia de contar
con una estructura sólida en Morena en todas las secciones electorales, pues es
una primera garantía para evitar cualquier intento fraudulento de parte del PRI,
que está echando a andar una estrategia de compra de votos, ante su
preocupación por perder el poder.
El presídium fue notoriamente institucional:
la coordinadora distrital, Martha Guerrero; el presidente del comité municipal de Morena
en Chicoloapan, Antonio Cervantes; la Secretaria de Finanzas del Comité Estatal,
Angélica Pérez Cerón; y los regidores de Morena en el ayuntamiento de
Chicoloapan. Por cierto, al final del evento se informó que el regidor Jorge
Aurelio Morales se incorporaba al Partido Morena.
Por coincidencia, acuerdo, o mero azar, los
“referentes” de Morena en Chicoloapan se ubicaron así: en lado izquierdo del
presídium, Antonio Cervantes, Angélica Pérez Cerón, Erika Ortiz, Pedro de la
Rosa, Lizbeth González, Edgar García, Katerine Gómez, Agustín Hernández y
Álvaro Guatemala. Del lado derecho, Jesús Monroy, Jorge Morales, Samuel Ríos y
Adrián Galicia, flanqueados por sus edecanes. De forma semejante, cuando el
orador mencionó que Morena tiene “excelentes” regidores en Chicoloapan, se
escuchó un espontáneo rumor generalizado de desacuerdo con la afirmación.
Asimismo, hubo movimientos incómodos, cuando López Beltrán preguntó a los
asistentes si sabían cuáles eran los tres principios de Morena, y pidió a los
asistentes que los repitieran al unísono: “¡No mentir! ¡No robar! ¡No traicionar!”.
Hecha la toma de protesta con el brazo
izquierdo extendido, algunos de ellos con el puño cerrado, en un ambiente
festivo terminó el evento, casi a las 8:30, con las fotos para el “feis” y para
el recuerdo, a lado del coordinador estatal.
Así fue el primer acto de la estructura de
Morena Chicoloapan, donde hicieron su aparición actitudes enquistadas entre los
‘políticos’, como llevar porras para ciertos personajes y rechiflas para otros,
mientras en el micrófono se repetía la palabra “unidad”. Patético cuando al
mencionar el nombre de Adrián Galicia, quien afirma en todas las ocasiones que
él no aspira a ningún cargo, escuchar gritos y aplausos de sus afines…
“No
mentir, no robar, no engañar…" ¿será?.