Robó,
huyó y lo pescaron
Por fin
terminó la etapa de una administración tricolor de sólo unos cuantos, sólo unos
cuates, basado en la mentira y la simulación como emblema de gobierno. Baste
recordar las cacareadas obras nunca construidas pero si publicitadas desde el
inicio de la administración: vocacional, tecnológico y hospital. Su
incumplimiento, se argumentaba, era por causa de grupos retrógradas “que
estaban en contra del progreso y la educación” que impedían la construcción de esas obras monumentales.
Emblemático
de la falsedad de los argumentos ha sido el “hospital”, obra que arrancó en la
oscuridad de la madrugada, con gran vigilancia policíaca y con camiones y maquinaria
arrasando un espacio deportivo de reciente inauguración en la zona de la Unidad
Bonito San Vicente (HIR). Como se sabe, no hubo oposición de ningún grupo ni
contratiempo para el inicio de la “espectacular e histórica obra”. Pero los
ciudadanos vimos como pasaron los días, los meses y los años y la obra nunca
pasó de los cimientos. Al carecer de excusas, simplemente se dejó de hablar del
hospital de Chicoloapan.
La
prioridad fueron las obras de relumbrón que permitieran colocar placas y más
placas con el nombre del patrón, en un ansia frenética de pasar a la posteridad.
El derroche de recursos se justificó con el “embellecimiento” del palacio
municipal, el kiosko, la construcción de fuentecitas, arcos de bienvenida y una
faraónica obra a la “masonería”. La prioridad fueron las francachelas y los gastos
suntuarios para loar la vanidad. La pasión por servir fue una obsesión por
servirse, incluir en la nómina a familiares y amigos, ajenos a cualquier
compromiso de servicio público, que llegaron con tal arrogancia a los cargos,
que ven al ciudadano como enemigo y fuente de recursos. Tanto fue el furor que
las citas citables pasaron de Sun Tzu, el legendario general y estratega chino,
a las frases de Julio César, el estadista, general, escritor, estratega, al
retomar su frase: “Vine, vi y vencí”. Si hubiese justicia y moral en México, se
aplicaría, en todo caso, el título de una de las películas de Woody Allen:
“Robó, huyó y lo pescaron”.
La
ciudadanía reprobó esa administración. Pues si como afirman los que dicen que
saben, la verdadera encuesta y la calificación fue la elección del 7 de junio, entonces
el grupo en el poder obtuvo un tres. Contundente, pero gracias a la complicidad
de sus “opositores”, tendrá permite continuidad en el gobierno. ¿Quiénes serán
los nuevos integrantes del ayuntamiento? los familiares de los que salen; y
¿quiénes los funcionarios? Seguramente los mismos que están, sólo cambiarán de
silla.
Algunos
ciudadanos se preguntan, tomando como referencia los gobiernos de la era
perredista, si el papel que asumirá el
próximo edil será como Domingo o como Adrián (“quien gobierna es una cúpula
dirigida por el ‘jefe de jefes’”, diría el primero; “el jefe político soy yo”,
afirmaría el segundo). Sea uno u otro el caso, se visualiza un incremento en el
saqueo por la suma de personajes que se sentirán con derecho al manoseo de los
recursos públicos.
Origen
es destino
Como se
recuerda, el cenit del poder amarillo también fue el inicio del declive, pues
el jaloneó por el mando aceleró la división entre los dirigentes por el control
del poder y los recursos. Por cierto, esos actores de la división y el
desmoronamiento del partido amarillo a partir del 2006, son quienes, luego de
algunos saltos a otros partidos (Movimiento Ciudadano, el PRI y Morena),
reaparecen ahora como la “verdadera oposición” al gobierno priista y señalan a quienes
permanecieron fieles al PRD, como los causantes de la desbandada. Continúan con
su labor de zapa incitando a los militantes perredistas a abandonar este
partido para sumarse a la “verdadera causa progresista”. ¿Y quiénes son se
preguntarán los ciudadanos?.
La
(am)visión de los vencidos.
Consumada
la dispersión del voto ciudadano, que permitió la continuidad tricolor, los
candidatos perdidosos se reacomodan y se juntan con la intención de formar un
“bloque opositor” de tres partidos (PRD, PES y Morena). El argumento es
irrefutable: “si vamos separados en 2018, ganará el PRI”, verdad de Perogrullo
que debieron hacer realidad en la pasada elección, si realmente hubieran estado
comprometidos para quitar al PRI, como querían los ciudadanos. Pero si el
argumento es irrefutable, las premisas son las que generan dudas: Primera, ya
hay candidatos definidos, serán esos mismos que perdieron la elección; es
decir, los candidatos perdidosos ya se autodesignaron y no se permite otro
suspirante. La segunda premisa: para definir quién es el bueno en 2018 se aplicará
una encuesta (¿Y si sale “cuchareada” entrará la tómbola?). La tercera. ¿Cómo
llevarán a cabo el proceso electoral, si son tres partidos? El asunto también
ya está resuelto: Cada partido registrará “planillas de papel”, que serán
abandonadas a su suerte y todos, como un solo hombre, harán campaña por el
partido que registre al ungido. Y mientras llega el 2018 cada uno continuará en
“su trinchera” (así dicen). Hay que reconocer que desde ahora y abiertamente,
aceptan la carencia de lealtad hacia un partido político; lo que los une y
atrae es ser designados candidatos, no importa por cual partido.
En
realidad no representan a tres partidos. Sólo en el caso de Morena es real el
control del instituto político y, hábilmente, Adrián Galicia va cautivando a
los otros dos perdidosos, afirmando que “si llegara a haber un candidato mejor
posicionado que él, se hará a un lado”. Mientras tanto, encamina a los otros
dos y los “presenta” a la dirigencia de Morena, donde con enorme alegría, les
dan la bienvenida. Están haciendo su trabajo de zapa. Recuerden que Obrador ha
insistido que con el PRD “ni a la esquina”, pero que las puertas de Morena están
abiertas para los militantes.
Para
reforzar la atracción se prometen espacios en administraciones vecinas y el compartir
prebendas. En determinado momento afirmaron contarían con 5 regidores en el
próximo ayuntamiento, quienes, respaldados por sus partidos, le harían una
fiestecita al nuevo presidente municipal el día de su toma de protesta. No para
negociar un programa social de beneficio comunitario, sino con la intención de
presionarlo y obligarlo a que les asigne 25 espacios por cada regidor y ¿por
qué no? áreas en la administración.
Nuevamente
la terca realidad mostró que sólo son 2 regidores con los que cuentan (¿hasta cuándo?).
Como se mencionó en la columna anterior, los regidores de oposición para el
trieno 2016-2018, son seis: dos por cada partido (PRD, Morena y PES). Pero
resulta que los dos del amarillo pertenecen al grupo mayoritario de este
partido (ADN), ajeno a las reuniones de los perdidosos. Del mismo Morena, sólo
un regidor participa del bloque, pues la otra regidora pertenece a un grupo
opositor a Adrián Galicia y no se sumará al mencionado proyecto. Y qué decir de
Encuentro Social, la regidora Brenda García recién obtuvo su constancia, luego
de sendas resoluciones del Tribunal del Estado de México y del Tribunal
Federal, y después de la intentona de conculcar sus derechos electorales con la
participación y/o omisión de miembros de
su propio partido y del mismo candidato a la presidencia municipal. Ante la
suma de mezquindades, una vez obtenida su constancia como regidora, renunció al
PES y se afilió al PRD. Ojalá y en este partido no se enfrente a los mismos
intereses y mezquindades de personajes que sólo buscan vivir del erario.
Discurso
para una voz
En una
de las reuniones del “bloque progresista”, convocada para reiterar los puntos
mencionados, escuché una voz discordante de los discursos “oficiales” de parte
de Angélica Pérez Cerón, dirigente municipal de Morena y recientemente elegida
Secretaria de Finanzas en el Comité Estatal; manifestó su expectativa y deseo
de que en 2018, la izquierda en Chicoloapan designe no a un candidato sino a
una candidata, es decir a una mujer. A como se perfilan los escenarios, pienso
que lo mejor que le pudiera suceder a Morena sería que la dicha Angélica sea la
candidata.
Acomodos
y reacomodos
Precisamente
el reparto de los despojos electorales tiene enfrascados a los militantes del
PRD en las pugnas por lo que queda de ese partido. Hay un grupo ganador (ADN)
que conserva los espacios en las regidurías de varios municipios, los comités
municipales del partido, diputaciones locales y una posición en el Comité
Estatal, además de la cercanía con la dirigencia estatal y con el grupo Neza.
Los demás “grupos” pretenden disputarle espacios de poder, empezando por el
comité municipal. En este caso, se avecinan dos momentos. Uno en el mes de
enero, cuando se prevé un relevo interino del comité municipal del PRD,
derivado de la asunción del actual presidente del comité como octavo regidor. A
pregunta directa, Felipe Gómez Robledo afirmó que no hay mandato expreso ni
norma que lo obligue a renunciar al cargo partidista, pero que con ánimo de
facilitar la recomposición del PRD municipal es su decisión dejar el cargo; y
dejó entrever dos opciones de relevo: La designación de un personaje de su
propia agrupación, o, “lo más probable”, un dirigente de otra expresión, pero
afín a su corriente. Respecto de la posición institucional de los regidores del
PRD, afirma que continuarán en la misma línea de no confrontación con el
próximo edil ni con el poder detrás del trono, con quienes han pactado sus
espacios.
Lo peor
está por venir
El
escenario para el próximo trienio se visualiza, en ese sentido, sin variaciones
en el juego del poder con la “oposición”. Y todo apunta a que la oposición y
presión podría venir de las propias filas del tricolor: el conflicto ejidal
persistirá con mayor o menor fuerza (en unos días se realizará el relevo de las
autoridades ejidales, cuyo resultado redefinirá el perfil del conflicto del
grupo ejidal con el edil); el movimiento antorchista continúa con su labor
hormiga de penetración en las comunidades, y asomará la cabeza en algún
momento; continúa en aumento el número de personajes priistas que se alinean en
contra del grupo en el poder; y en la propia CTM se dan cambios antes
inimaginables, con la destitución del líder de la Sección 65. Es sintomático
que en la toma de protesta del nuevo ayuntamiento, brillaran por su ausencia
algunos expresidentes municipales priistas, mientras que los expresidentes
perredistas (Manuel, Domingo y Rafael), corresponsables de la debacle del PRD
aplaudieran sin mayor pudor la continuación tricolor.
Juan
Bautista Mendoza
A favor
de la Alerta de Género en Chicoloapan