La metamorfosis.
Como si fuese un guión cinematográfico los ciudadanos vemos
como se transforman las actitudes y comportamientos de algunos funcionarios.
Como vulgarmente se dice, es el efecto del tabique. Obregón decía que nadie
aguanta un cañonazo de 50 mil pesos, y menos si ese nadie jamás había visto
junta esa cantidad. Y además por no hacer nada.
La transformación se da también en el mimetismo (ya hasta se
visten igual que el patrón), y las loas al poder. Qué lejos quedaron aquéllas
afirmaciones de un “dirigente”, de cuyo nombre no quiero acordarme, que decía
que ante la imposición de A.A., preveía tres años de oscuridad y retroceso.
Pero ahora, que está en la nómina, con su familia, lo llama un excelente
presidente, como hacía muchos años no tenía Chicoloapan.
Retroceso político.
Y vaya que somos testigos de un retroceso político. Cuando
el país se enfila hacia la normalidad democrática, la transparencia y la
rendición de cuentas, aquí impera la opacidad. La Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública obliga a
los servidores públicos a entregar la información solicitada por cualquier
ciudadano. Pero también establece que hay una Información Pública de Oficio,
que deberá estar disponible “de manera permanente y actualizada, de forma
sencilla, precisa y entendible” en medio impreso o electrónico (las páginas de
internet son un medio idóneo, por su amplia difusión y el mínimo costo). Dicha
información se refiere, entre otros asuntos a: puestos y remuneraciones de los
servidores públicos; presupuesto asignado y ejercicio del gasto; el programa de
obra; actas y acuerdos.
Pero el actual ayuntamiento, incumpliendo la ley, no ofrece
ningún tipo de datos; es más, de acuerdo con tres integrantes del ayuntamiento
(otros de plano ya ni contestan), a quienes les solicité el presupuesto para
2013 y el ejercicio del gasto al mes de abril, dijeron que ni siquiera ellos
tienen acceso a esa información. Esta falta de transparencia genera todo tipo
de rumores: como que los montos totales asignados a cada regidor ascienden a
los 120 mil pesos mensuales y qué los del patrón, mejor ni mencionarlos.
¡A trabajar!
El pasmo del ayuntamiento fue interrumpido con la visita del
gobernador Eruviel Ávila, quien anunció diversas acciones de beneficio para las
mujeres. Asimismo, anunció obras para el municipio de Chicoloapan, tales como
la construcción de un hospital, la puesta en marcha de una escuela de “nivel
medio superior”, y un laboratorio.
Hay preocupación en un sector de la población ante estos
anuncios. Primero. Porque la falta de pericia del patrón no sólo ha impedido
que haya obras de relevancia en Chicoloapan, sino, que incluso, las que el
Gobierno del Estado ha pretendido impulsar, no avanzan. Se dice que el tema del
hospital ya estaba arrumbado, pero gracias a que el diputado local retomó el
asunto, se rescataron esos valiosos recursos. La cuestión es que el gobernador
anunció el inicio de la construcción. Una obra prioritaria para los habitantes
de Chicoloapan.
Segundo. Cuando el candidato Eruviel Ávila estuvo en
Chicoloapan el 17 de mayo de 2011, firmó varios compromisos, uno de los cuales
era La construcción y equipamiento de una Unidad de Estudios Superiores. Hace
algunas semanas el gobernador hizo público el inicio de la construcción de 10
nuevos planteles universitarios para 2013, uno de ellos en Chicoloapan. ¿Pero que creen? Otra vez la falta de pericia echó todo por la
borda. Carente de sensibilidad política, sin una previa negociación, pidió que
los ejidatarios donaran las parcelas necesarias para dicha escuela. Pero estos dijeron no. Y No es que estén en
contra de la educación, el problema es que ya no le creen al patrón, quien
además, nunca ofreció un pago a cambio o algún tipo de beneficio para las
familias de ejidatarios, que toda negociación social y política lleva
implícito. Ello complicó la posible construcción de la universidad.
Quizá por ello, en su visita del 2 de mayo pasado, el Dr.
Eruviel ya no habló de una universidad, sino de una “escuela de nivel medio
superior”, es decir una preparatoria, que “iniciará en unas aulas prestadas por
el Ayuntamiento”. Siempre serán bienvenidos los centros educativos, pero hay
mucha diferencia entre una preparatoria y una universidad, como lo saben muy
bien los miles de jóvenes chicoloapenses que desean estudiar una carrera
profesional.
Ante esta situación que se vive en Chicoloapan, en algunos
círculos se habla de al menos tres iniciativas: 1) La creación de un comité
ciudadano de vigilancia que asesore y oriente al patrón, para evitar que se
sigan perdiendo oportunidades de desarrollo para nuestro municipio. 2) Un grupo
ciudadano que negocie directamente con los involucrados y factores de poder, en
Chicoloapan, y con las instancias del gobierno federal y estatal para atraer
obras de impacto social. 3) Otra, más radical, exigiría la renuncia del patrón,
por ineficiencia, para evitar más daños al municipio.
O conmigo o contra mí
El patrón continúa con sus desplantes autoritarios en sus
reuniones semanales de “evaluación”, que se reducen a regaños y humillaciones
públicas a sus subordinados. De igual forma ha secuestrado al PRI en Chicoloapan,
imponiendo por encima de “intereses de grupo” sus decisiones en las estructuras
municipales. Es decir, se acabó el proyecto de partido, ahora hay un proyecto
personal. Y quien no esté de acuerdo, “atenta contra la unidad” y, obviamente,
queda fuera de toda posición y del presupuesto.
El burro hablando de orejas
¿Unidad? Basta recordar tres puntos: 1) La exclusión de los
grupos y del propio municipio de Chicoloapan que hizo cuando fue diputado
federal, y que los dirigentes priistas manifestaron, por escrito, ante las
dirigencias del gobierno y del partido. 2) El desconocimiento de facto que hizo
del comité municipal del PRI, creando una estructura paralela; y 3) La
marginación actual de que son objeto quienes no están de acuerdo con él.
¿Será?
Hay quienes no lo expresan públicamente, pero en corto
dicen: “ahorita estamos con él por interés, pero más temprano que tarde nos
deslindaremos. No queremos ser cómplices de un gobierno inepto”.
Juan Bautista Mendoza